Fiesta Patronal en la Basílica Nuestra Señora de Aránzazu – Victoria
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Ayer, 8 de septiembre, se celebró la Fiesta Patronal en la Basílica Nuestra Señora de Aránzazu, de Victoria, con una procesión y la celebración de la Santa Misa.

La celebración fue presidida por nuestro obispo, Monseñor Héctor Zordán, acompañado por sacerdotes, diáconos y numerosos fieles.
“Hoy celebramos la vida de María y su misión” Homilía de Monseñor Héctor Zordán
“Ustedes saben que la Palabra de Dios hoy nos invita a dirigir nuestra mirada hacia atrás y contemplarla a ella en su natividad, en su nacimiento” comenzó Zordán en la primera parte de su alocución incorporando la figura de la Inmaculada Concepción de María, celebrada hace 9 meses, si bien destacó, no se menciona su nacimiento en la Biblia, como tampoco el de los apóstoles, pero sí el de Jesús.
“Ese nacimiento, ese sueño de Dios se concretó en la historia, en el mundo, aquí entre nosotros, celebrar el nacimiento de alguien es celebrar que Dios amó increíblemente a esa persona incluso antes de que naciera”.
Luego, el obispo se detuvo en la figura de San Pablo, para hablar de nosotros los discípulos, los creyentes, los bautizados, “Dios nos conoció, nos predestinó y nos justificó, haciendo todo eso nos llamó a la vida y nos confió una misión” subrayando que somos hijos de María “la tenemos como madre, algo de ella debemos tener, nos contagia su ADN”.
Asimismo expresó la protección de Dios a la virgen, “Él intervino en la vida de María desde su nacimiento y la amó, la acarició con su sueño, se ilusionó con ella desde antes de su nacimiento; es así como también nos ama inmensamente a cada uno de nosotros, incluso desde antes de nuestro nacimiento y se ilusionó con cada uno de nosotros; Dios interviene personalmente en la vida de cada uno de nosotros”.
En esa línea, habló del flagelo del aborto, “es un descuido de la vida, Dios no lo quiere porque Dios cuida la vida, Dios quiere la vida, Dios cuida la vida, la de los niños, de los jóvenes, de los adultos, de los ancianos y si Dios quiere la vida y cuida la vida de esa manera, también nosotros tenemos que cuidarla, protegerla y defenderla de la misma manera como lo hace Dios”.
De hecho, hizo hincapié luego en la expectancia de cada vida en el mundo, “cuando nace un niño se piensa qué llegará a ser, me parece que frente a cada vida, a cada nacimiento, también nosotros podríamos preguntarnos esto ¿qué llegará a ser de él? ¿qué le tiene Dios preparado? ¿cuál será su vocación? ¿cuál es la misión que Dios le tiene preparada?”
Selló su comentario con una recordada frase del Papa Francisco, “tu vida es misión”.
Galería de fotos, gentileza de Hilda Sosa para www.entreriosnoticias.ar
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